martes, 16 de noviembre de 2004

Para la Isla

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Conduzco por la autopista en obras, más carriles. Atascos, tráfico lento; camiones, camiones; riscos de tosca cortados por picadoras y palas mecánicas que echan el escombro en camiones que lo usan para entullar con ese escombro el siguiente barranco, el siguiente barranquillo; una planta de machaqueo móvil convierte en gravilla paredes de basalto. Pienso que a medida que la huida hacia el precipicio que es este crecimiento esquizofrénico va destruyendo esta isla, yo voy creando otra, Liferfe.

Pero eso no es suficiente, eso no es casi nada.
Esta semana, en vez de historia de Espinita, quiero dedicar mi trabajo a la Isla de lava, Tenerife, no a la de los sueños.

El próximo 27 de noviembre muchas personas vamos a manifestarnos en Santa Cruz para decirle a los políticos, empresarios, medios de comunicación, feroces e irresponsables todos ellos, que esto no puede seguir así. Toda la Isla se enfrenta ahora a una grave crisis, planteada por un modelo de desarrollo totalmente insostenible. Los macroproyectos desarrollistas que a toda costa quieren imponernos: Puerto de Granadilla-Via Exterior-Segunda Pista del Aeropuerto Sur-Anillo Insular, etc. son innecesarios, irresponsables, insostenibles. Recomiendo, especialmente a las personas de Canarias, informarse por ejemplo en la web de ATAN, de la Plataforma contra el Puerto de Granadilla, en el Foro Contra la Incineración.

Dedicado a la Isla del volcán he pintado doce pequeñas acuarelas, que puedes ver (y conseguir, mediante un donativo) en una web de urgencia montada esta noche: paralaisla.

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Actualización julio 2007: dos años y medio después nunca vendí una sola de aquellas acuarelas, el núcleo de la web sigue funcionando aunque la página inicial (gratuita) dejó de existir, quedan sólo restos en la Wayback Machine.
He reunido las acuarelas y algunas notas e imágenes complementarias en este set de Flickr.

viernes, 12 de noviembre de 2004

Espinita 010: El camino del Risco Caído

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Me pasé gran parte del año 2001 trabajando por la conservación de un trozo del territorio de este Valle donde vivo, una zona del Malpaís; más bien trabajando para evitar que se destruyera, estuvo muy cerca. Una de tantas cosas que se tuvo que hacer ese año fue una recogida de firmas de apoyo a un proyecto de Ley para la protección, por toda la Isla. Las personas que firmaban debían dar sus datos, teléfono, domicilio, etc. Un domingo, en un pueblo del Norte de la Isla, un señor mayor al que le ayudaba a rellenar sus datos al preguntarle dónde vivía me dijo que: en el Camino del Risco Caído. Así es como aparece a veces la poesía: ese nombre me pareció, y me sigue pareciendo increíblemente evocador. De ahí, necesariamente, surgió esta historia. Luego he averiguado que al menos hay dos lugares llamados Camino del Risco Caído: uno en Tenerife, en el Valle de La Orotava y otro en Gran Canaria, en Artenara.

No sólo yo trabajé ese año 2001, en la foto de aquí arriba vemos a RL ayudándome a hacer un estudio de campo sobre el papel que tiene los vientos dominantes en la zona en el transporte de arenas. De esto supongo que escribiré más adelante con más detalle, por otros guiones y porque aún no ha concluido mi papel en la historia de estos arenales.

La parte gráfica de esta historia de Espinita no me termina de convencer, pero al menos es amenazadora.

> Ver la historia

miércoles, 10 de noviembre de 2004

Simbad

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Hace unos días estaba echando un vistazo inicial a una película, no una cualquiera sino a Las Aventuras del Príncipe Achmed, de Lotte Reiniger, seguramente el primer largometraje de animación (de más de una hora), al menos el más antiguo que se conserva. RL y VA lo vieron, se quedaron absolutamente fascinados aunque sólo hubo tiempo para unos fragmentos. Es una película de siluetas, tan exquisita que parece irreal. Hay una historia muy bella (e interesante, ) sobre cómo Lotte trabajó junto a su marido como maestra privada de un grupito de niños (diez o doce) en la casa de un rico empresario, y durante tres años, además de las clases, ella trabajaba en la película y los niños la ayudaban fabricando las siluetas, etc.; uno de estos niños, de mayor, trabajó en el mundo del cine y la ayudó a producir otras de sus películas. En el Príncipe Achmed se mezclan varias historias de Las Mil y Una Noches y seguramente por eso RL me pidió que le leyera los viajes de Simbad el marino. La única versión que tengo en casa de Las Mil y Una Noches no es para niños: es muy extensa (tres tomos), usa un lenguaje deliberadamente arcaizante y fiel a los originales, está llena de vocablos de raíz árabe muy poco frecuentes, y además no tiene ningún tipo de censura. Leyendo el tercer viaje de Simbad, por la noche, en las camas de los niños, tuve que hacer malabarismos para mientras leía una cosa, contar otra. No creo que me equivoque mucho si prefiero, antes de dormir, no leerles lo que pasó a Simbad y sus compañeros en la isla cuando se encontraron con el gigante:
Continuó haciendo lo mismo con todos los demás, examinándolos a todos unos después de otros, hasta que le llegó el turno al arráez del barco, que era un hombre gordo y cebón, ancho de hombros y recio y fornido y, al verlo el gigantón, dio muestras de quedar complacido.
Levantólo luego en vilo, de igual modo que coge a la res el matarife, y lo arrojó al suelo y le puso el pie encima del cuello y enristró en su mano un asador gigantesco y se lo metió por el pecho y se lo hundió bien adentro, hasta que le salió por la espalda el otro extremo.
Procedió después a encender fuego y puso en él al arráez y empezó a darle vueltas hasta que se doró por igual todo su cuerpo, y entonces lo apartó del fuego y se lo colocó delante y procedió a descuartizarlo y a hacerlo pedazos y a partir la carne con sus garras y a engullírsela sin parar, hasta no dejar nada, y después royó los huesos y se sorbió su tuétano, hasta que al fin se dio por satisfecho y tiró al suelo el resto del esqueleto".

RL, estos días, ha escrito por su cuenta un par de inicios de historias de Simbad, el primero fue muy breve, el segundo va mejor, aunque por lo que lo conozco, supongo que no seguirá mucho más allá, y se irá tras otros intereses. Al menos ayer le pedí que me hiciera un dibujo sobre Simbad y me hizo éste:

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la primera versión de su historia fue así:

un dia simbad el marino navegaba por el mar cuando noto que llovia y sono un trueno se levanto una ola gigante


la segunda (respetando sus incorrecciones ortográficas y sintácticas) es esta:

las mil y una noche
simbad el marino
os boy a contar una de mis historias
cuando yo estava nabegando cuando de repente sono un trueno y empezo a llover y se levanto una ola gigante con espuma callo un trueno callo y casi destrosa el barco en mil pedazoz mientras la ola callo sobre el barco i lo inundo repletamente de agua y por fin se calmo la tempestad


Quiero citar ahora a un escritor de mis favoritos: Alberto Manguel. En un artículo de finales de 2002, hablaba sobre el amable gueto de la literatura infantil
la categoría "literatura infantil" no fue inventada hasta el siglo XVII, nuestros antepasados en Babilonia, Grecia, India y China leyeron en sus remotas infancias los libros escritos para sus padres pero porque eran niños quienes los leían, los mismos libros eran también otros. Toda categoría es censura. Defiende releer la llamada literatura infantil con la esperanza de sentir las emociones que (bien sabemos) no pueden sentirse más que la primera vez
y cita a algunos de mis autores de referencia, evidentes muchos de ellos como Carroll, Edith Nesbit, RL Stevenson, Carlo Collodi, incluyendo para mi sorpresa y deleite a Tove Jansson; no cita a otros como Baum o Richard Hugues pero no importa.

viernes, 5 de noviembre de 2004

Espinita 009: Lenguaje pirético

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Si el mundo se hace más feo, más triste e incomprensible, no es bueno, pero es un motivo más para seguir adelante con Espinita, intentando entender algo de todo esto.
Aquí aparece por primera vez Caballito Frenado, un personaje importante hace unos años pero que se ha ido aislando, muchas de las historias donde aparecía las he desechado; también ha cambiado mucho su carácter, las cosas de las que prefiere hablar. Es un motivo más para seguir pensando que no es bueno definir a cada personaje con unos rasgos determinados y ya está, así será siempre: lo que a veces se llama una biblia de la serie. Yo prefiero dejarlos que cambien, o no, el tiempo lo va diciendo. Un día hablaré del nombre Caballito Frenado. En realidad lo llaman Caballito solamente.

Esta historia, escrita hace años, la dibujé hace un par de semanas sobre un folio pintado creo que por mi hija. Hoy, el paisaje amenazador, cálido pero oscuro encaja con lo que siento respecto al futuro, aunque quizá mañana no, eso tienen los dibujos, las pinturas. Pirético es lo referido a la fiebre, febril

> Ver la historia