jueves, 31 de marzo de 2005

jueves, 17 de marzo de 2005

Espinita 021: La vida según la arena

20050316vidasegunarena

La dinámica de las arenas de la que se habla en esta historia es real, sucede desde hace miles de años en los arenales del Malpaís, y también la he visto en otros lugares, como junto a Montaña Pelada, a unos 50 km de aquí hacia el sur de la isla. Una vez tuve que defender, ante un Parlamento, la necesidad de conservar estas arenas para el futuro. Esta historia la concebí, como parte del discurso, para referirme a lo breve de nuestras vidas en relación con procesos geológicos que sin embargo tenemos el poder de destruir para siempre.

Demasiada poética, al final el tiempo de que dispuse para mi discurso fue casi televisivo: 14 minutos que para un grano de arena debe ser lo mismo que nada. Las fotos de esta historia las he hecho yo, claro, pero no para esto: algunas tienen más de doce años. Elegirlas ha sido lo más difícil.

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viernes, 11 de marzo de 2005

11 de marzo.Peces y palabras en Madrid

entradapez

1914-1983

20050311flyerscubismocheco

Hace un par de semanas encontré en Papel Continuo una impresionante colección de flyers de los años 80; después me la he ido encontrando en otros sitios. Los he mirado mucho, y hay un grupo con unos recursos de líneas, masas, ángulos y simetrías que desde el primer momento y repetidamente me remiten directamente al cubismo checo, sobre el que puse este post en septiembre pasado.

En la imagen: un póster de 1914 de Vratislav Hugo Brunner; un proyecto para un monumento no realizado de Bedrich Feuerstein de 1914; una ventana de una casa de Praga de Josef Chochol de 1913; flyers para actuaciones de Coldcrush Brothers de 1981, Jimmy Spencer y otros de 1983 y un Pre Christmas Bash de 1982. Los flyers, según la página, fueron diseñados y realizados por los artistas Buddy Esquire y Phase 2.

Fotos y el mundo

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En el coche:
-¿Qué miras, por la ventanilla?
-El mundo.


Mi hija V, que tiene ahora 5 años, se llevó ayer al colegio, a escondidas, la cámara digital que le regalamos a los niños estas navidades, una Fuji sencilla con tarjeta para unas 150 fotos; estuvo fotografiando a sus compañeros hasta que la vio la profesora que se la requisó hasta el final del día, aunque antes ella también hizo un par de fotos a la clase. Mi hijo R, de 8, coge esta cámara con frecuencia para ir mirando, buscando, y haciendo cientos de fotos de: detalles minúsculos (y desenfocados), plantas, los gatitos con pulgas, la gallina fugitiva que llegó al jardín, escaparates, la calle, sus juguetes, la azotea, nubes. La semana pasada vi que V había hecho una serie de cuarenta o cincuenta fotos de un par de zapatitos color rosa que le gustan mucho, desde casi cualquier ángulo posible.
Dibujar siempre ha servido para mirar y entender el mundo; ahora y en el futuro, las fotos digitales están empezando a servir para lo mismo.

domingo, 6 de marzo de 2005

Espinita 020: La mesa.

20050306lamesa

Esta historia es muy sencilla y muy antigua, pero llevo un mes dándole vueltas, sin decidirme a terminarla. Al principio, hace años, quien rompía la mesa con sus prácticas de espada era Siete, él hacía ese tipo de cosas. A su vez esto tenía una referencia a su pasado: Siete nació a partir de otro personaje anterior que se llamaba precisamente Espada. Una vez, en otra historia, Espín empezó a cogerle la espada y eso se convirtió en una costumbre. Todo esto pasó en historias y bocetos anteriores a la historia número 0 de Espinita, es el pasado remoto, gran parte del cual recuerdo pero he eliminado, salvo islitas como La mesa. Más adelante, surgió una historia que ya publique aquí y se llama Espinita 014: Dolor de corazón donde Espín practica la espada con un dibujo de Teremín; no quería renunciar a ella, pero tal como había cambiado Siete, ya no me resultaba lógico que hiciera algo así. El caso es que en el proceso de decidir si cambiaba o no la historia y cómo, bocetos, nuevos textos, etc. me he tomado las cosas con calma. Al realizarla dejé los diálogos para el final y justo anoche, después de ver la página muda me di cuenta de que no se necesitaban diálogos, de que no añadían nada esencial. Algo que me encanta es de vez en cuando lograr sacar adelante una historia que funcione bien sin necesidad de textos. En cualquier caso los diálogos eran estos:

Caballito Frenado: -Por allí va Espín.
X: -Son casi las dos, vamos a comer.

Caballito Frenado: -Algunas cosas de las comidas estaban bien, por ejemplo la mesa, pero sería mejor ir buscando una metálica.
X: -A mí el arroz me gusta.
Siete: -¿Qué ha pasado con las sillas?

Espín: -¡Hep, defiéndete!




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