viernes, 10 de septiembre de 2004
Espinita 001: Café como el Universo
Soy adicto al café, tomo mucho, para mí nunca es un mal momento para preparar la cafetera. En el cómic el café aparece de vez en cuando, el Universo también, y tienen muchos puntos en contacto la observación del cielo nocturno y tomar café.
En esta historia, simple e introductoria de alguna manera, dibujé una mesa en homenaje a una corriente artística que me impactó desde que la conocí, hace unos ocho años: el cubismo checo. Czech Cubism fue, de hecho el primer libro que compré en Amazon, supongo que hacia 1996. A finales de 2003 se abrió un Museo del cubismo checo en Praga, felizmente en un edificio fundamental del movimiento y es uno de los motivos que tengo para visitar algún día esa ciudad. Lo más interesante del cubismo checho no es para mí la pintura, que no es muy diferente a otros desarrollos del cubismo sino precisamente cómo aplicaron soluciones cubistas a objetos tridimensionales, lo cual es una paradoja. Usaré una palabra que me encanta: un objeto cubista tridimensional es un oxímoron. El caso es que los resultados en arquitectura y artes decorativas, mobiliario, etc son fascinantes. El cubismo checo atraviesa el tiempo y llega a los años 80, donde tiene una influencia evidente en otro de mis movimientos artísticos preferidos o de diseño o de artes aplicadas o como queramos llamarlo: Alchimia, empezando por Alessandro Mendini, tema para posts futuros. Por otra parte, relaciono interiormente el cubismo checo con Praga, Kafka, El Proceso, Orson Welles, El extraño, Kirchner, Feininger... Todo esto se puede ramificar mucho más, por supuesto: Feininger es uno de mis autores de cómic de referencia, a pesar de su corta obra, pero dejo esto para futuros posts.
La mesa de esta historia de Espinita está dibujada a partir de una mesa y las patas de otros muebles de Pavel Janák, (me ha resultado imposible encontrar enlaces a fotos de muebles suyos) uno de los más creativos, aunque es injusto decir estas cosas con tantos autores interesantes. Encima de la mesa, una cafetera de referencia: la Moka Express, de donde puede partir otro camino que ahora no seguiré, y dejo para la siguiente historia.
Para terminar, el blog Barcelonetes dedicó en abril de 2004 un post al cubismo checo.
> Ver la historia
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