miércoles, 26 de abril de 2006
Viaje a La Palma 2. La cueva de Belmaco.
La cueva de Belmaco está junto a la carretera, en un barranco al este de la isla. A finales de los años 90 se montó un Parque Arqueológico, con un pequeño museo, visita a la cueva y unos senderos por el barranco con explicaciones de los usos por los aborígenes de las palmeras, dragos, helechos.
Los grabados de Belmaco se conocen desde finales del siglo XVIII. Pero tuvieron que pasar casi 200 años para que se hiciera una excavación en profundidad. En los años 70 (del siglo XX) se excava en el suelo de la cueva un corte de unos pocos metros cuadrados se superficie y de unos dos metros de profundidad. Lo que era un bloque de tierra, leído capa a capa, contiene infomación de los habitantes de La Palma durante los últimos 2000 años, y permitió reconstruir toda su prehistoria.
La cueva, el barranco, después de la Conquista siguieron usándose para lo mismo de siempre: guardar cabras. Los cabreros, como ocurrió en casi todas las islas fueron guanches, y mantuvieron costumbres, conocimientos, toponimias, siguieron usando las mismas cuevas. Estoy seguro de que hay muchas cuevas de cabreros que en su suelo guardan bancos de datos valiosísimos y los que no desaparezcan serán leídos con emoción, con tecnologías mágicas dentro de 100 años.
He puesto este set de 16 fotos en Flickr. En Google Earth la zona tiene muy mala definición, la cueva está aproximadamente en 28 34 41.36 N, 17 46 31.43 W
Hay muy poca información en internet sobre Belmaco, casi sólo este artículo, aunque se puede incluir esta ponencia de Francisco Herrera García sobre grabados en La Palma, con referencias de rigor a La Zarza y La Zarcita, de los que hablé en un post anterior.
En esta sociedad parece que el pasado es irrelevante y lo normal es la banalización y la destrucción del patrimonio. Es normal, o lo parece, que los grabados del Barranco del Muerto en Tenerife estén en peligro de desaparición. Que el yacimiento de Guargacho en Tenerife sea casi un basurero, lo mismo que el de La Garita en Gran Canaria. O finalmente es normal que el proyecto visionario de un artista consiga apoyo y presupuesto de los políticos locales, aunque incluya perforar Tindaya, en Fuerteventura, una montaña sagrada para los aborígenes que la llenaron de grabados orientados al sol y a la luna, símbolo cultural y espacio natural y sobre todo símbolo de la visión del futuro a que pueden alcanzar los políticos.
Por todo esto, quiero dar las gracias, por darnos Belmaco, a los arqueólogos Luis Diego Cuscoy, Mauro Hernández Pérez, Juan Francisco Navarro Mederos, Ernesto Martín Rodríguez y Felipe Jorge Pais Pais.
(*La lista de patrimonio amenazado en las Islas puede ser muy larga. Los ejemplos que doy los cito de memoria de un artículo que encontré en el periódico mensual La Verdad de Canarias, número de abril. Fue en una visita a algún sitio, estaba sobre una mesa y no lo lei completo, no sé el autor. Su sitio web no funciona. Si puedo, incluiré la autoría original en cuanto la sepa)
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1 comentario:
No hay de qué, Ike. Gracias a ti por dejar un comentario.
Tu blog fue uno de los que me animó a empezar este. Supongo que algún día también lo cerraré, pero no dejo de quedarme maguado.
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