martes, 18 de abril de 2006
En recuerdo de Juan Ramón Hernández y Música para jugar
Hace dos semanas Pedro me mandó un mensaje, me avisaba de que había muerto Juan Ramón.
En 1990 tuve una llamada de Luis Sánchez-Gijón, estaba en producción de TVEC: me ofrecía hacer los decorados para un programa: Música para jugar. Un proyecto de Jesús Manso que iba a dirigir un realizador de Televisión Española: Juan Ramón Hernández.
En realidad se trataba de 30 decorados diferentes, cada uno para una canción, sobre la que un grupo de diez o doce niños interpretando una coreografía sencilla.
Había dificultades, por ejemplo se grabaría una cantidad poco razonable de canciones cada día, de modo que cada decorado se tenía que poder poner y quitar en cuestión de segundos y sobre todo era un montón de escenarios; sencillos, pero un montón.
En ese momento yo vivía en Madrid y el programa se grabaría en Tenerife. Hice una carpeta de bocetos, presupuesto, etc. A Juan Ramón le gustó y me trasladé a Tenerife para el trabajo.
No teníamos taller pero no hubo problema en fabricar los elementos en el propio plató, en los sótanos de Televisión Española en Canarias de Santa Cruz. Fueron varias semanas de muchísimo trabajo con Vera y unos días muy divertidos grabando, cambiando decorados a la velocidad del rayo.
Ese proyecto con Juan Ramón me permitió conocerlo: trabajar con él era una delicia, muy cuidadoso con los detalles pero nunca se alteraba, te dejaba mucha iniciativa, respetaba mucho tu trabajo. También me sirvió para aprender un montón de cosas: experimentar algo así como ilustración infantil pero en tres dimensiones, definir estéticas propias, dominar la técnica de la escultura sobre poliestireno con cuchillos calientes, aprender a pintar con acrílicos baratos bien y rápido, cómo resolver problemas en el frenesí en que se convierte un programa de televisión en plena producción.
Mirando las cosas desde la distancia de 16 años, creo que sin ese proyecto este cómic, Espinita, quizá no existiría o al menos no sería así.
Después de Música para jugar la amistad con Juan Ramón nunca se perdió y seguí viéndolo tres o cuatro veces al año, aquí y allá, sobre todo en cualquier cosa relacionada con cultura.
Hablabas con él, y casi ni te despedías, sabías que hasta la próxima. La última vez lo vi de lejos, en la manifestación contra el Puerto de Granadilla de noviembre del año pasado (2005) de Santa Cruz de Tenerife. Fue en la zona de la Plaza de la Paz, yo estaba tomándome en serio hacer un reportaje, le hice un par de fotos entre la multitud, pensando que seguramente luego hablaríamos y que ya le mandaría sus fotos, creo que él no me vio.
En Flickr he puesto este set con lo que conservo del proyecto y algunas fotos de la construcción de los decorados y la grabación. También un cuadrito que Juan Ramón me pidió meses después, en la postproducción, para hacer la cabecera.
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