sábado, 22 de octubre de 2005

Proceso de trabajo

20051021proceso

Cuando empecé a publicar Espinita el año pasado partí de 150 guiones (casi) terminados. Sigo escribiendo, sin prisas, y voy reuniendo anotaciones en un grupo que llamo Guiones más allá de 150.

Sé, por experiencia, que necesito mucho tiempo para trabajar con esas notas. Las iré fusionando. separando, desechando, rescatando de la basura, destrozando y curando y algún día dentro de 3 ó 4 años organizaré lo que haya sobrevivido en una serie de nuevos guiones, con un orden concreto, que siga la línea que va desde la historia 000 a la 149.

Estas últimas semanas he escrito un par de esas notas. Aquí están, ni siquiera sé qué personajes hablan.

PERCEPCIÓN DEL TERRITORIO
- necesitamos hitos, sitios de los que acordarnos para darle sentido al paisaje: un camino es perfecto, además separa y dice esto es un lugar y al otro lado del camino empieza otro lugar. un barranco, una piedra, una palmera también sirven.
- ¿paisaje o territorio?
- paisaje es el territorio que vemos, pero si no lo vemos, ¿existe?
- no me cuentes ese rollo otra vez
- el mar ahí delante, enorme ¿por eso nos resulta tan extraño, porque no tiene caminos?
- sí, claro, aunque hay a quien eso es lo que le atrae.

CONTROL DE LA MENTE
- la mente puede liberarse para que explore el mar de ideas, para ser creadora
o puede concentrarse en un punto, para perforar, analizar, investigar
- yo puedo usar mi mente de las dos formas. aunque lo que me pasa es que se me libera cuando necesito que se fije en un punto
y cuando necesito ser creativo me quedo concentrado en un punto blanco sobre blanco, paralizado

Como decía Willy Wonka en la película de 1971: Tenemos tanto tiempo y tan pocas cosas que hacer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Viva el control mental!

Por cierto, ¿Gene Wilder o Johnny Depp? Yo creo que me quedaría con el segundo.

eqrEQWReqwre dijo...

Aunque Gene Wilder tenía un fondo muy oscuro, y a pesar de tener mitificada la versión de 1971, corto la cuerda, suelto el lastre delmito y me quedo con la finura ambigua de Johnny Deep.